Estoy hasta los cojones.
Hoy no voy a maquillar palabras. Ni tonterías, ni florituras. Voy a decir lo que pienso, y si a alguien le escuece, que se lo haga mirar.
Eso sí, no voy a dar nombres. No quiero que me quemen la casa.
Estoy HASTA LOS COJONES de cinco tipos de personas.
Sí, CINCO. Los 5 fantásticos. Y lo digo con la boca llena.
A estos los detecto a kilómetros y, cuando lo hago, salgo corriendo como si me persiguiera Hacienda.
Te los voy a describir. Si te reconoces, no es mi problema.
Tipo 1: La bolsa de basura.
Este es el que SABE que va a hacer algo mal. Lo sabe perfectamente. Pero como tiene miedo, no quiere hundirse solo en la mierda.
Así que, ¿qué hace?
Te arrastra. Te empieza a vender sus excusas:
“Bah, no pasa nada”, “¿qué más da?”, “no es tan grave”.
Es como una bolsa de basura que ya está en camino al cubo y te quiere llevar con ella.
Y ahí estás tú, cargando con su mediocridad, dejando que sus miedos te hagan de ancla.
¿Mi consejo? Si reconoces a uno de estos, no te quedes a escucharlo. Corre. O te hundirá con él.
Tipo 2: Instagram
Este piensa que su vida es el p*to paraíso. Que él tiene la receta mágica.
El tema es que, aunque para él lo sea, a ti te importa UNA MIERDA.
Te mete en sus planes, en su mundito, en su “haz lo que yo hago y serás feliz”.
Pero, ¿sabes qué? Su vida no es la tuya. Sus prioridades no son las tuyas. Lo que él considera éxito, probablemente para ti sea una cárcel.
Es un ciego que te quiere guiar. Así que déjale que se tropiece solo.
Tipo 3: El pez globo.
Vaya fenómeno este. De repente, un día, se infla como un globo: motivadísimo, entusiasmado, dispuesto a cambiarlo todo.
Te vende su plan como si fuera la octava maravilla del mundo. Casi te convence.
Y luego, ¿qué?
PUM.
Se desinfla. Se aburre. Lo deja tirado y desaparece.
Este tipo es especialista en arrastrar a gente para que le ayude en sus gilipolleces pasajeras.
No pierdas ni un segundo con él. Si no se lo toma en serio, ¿por qué deberías hacerlo tú?
Tipo 4: El Dictador.
Este es el más agotador. Al principio parece que puedes hablar con él. Que va a ser una conversación productiva.
Pero luego, ¡SORPRESA! No es un diálogo, es un monólogo encubierto.
¿Por qué? Porque él ya tiene su verdad absoluta y no está aquí para entenderte. Está aquí para convencerte de que tú estás equivocado.
Si no estás de acuerdo, eres un ignorante. Si le rebates, es porque “no lo has entendido”.
Son los reyes de “esto es así porque lo digo yo” y no aceptan que haya otros puntos de vista válidos.
Mi consejo: corta la conversación lo antes posible. Porque con esta gente no se dialoga, se pierde el tiempo. TU TIEMPO!
Tipo 5: Loki
Este es mi favorito, porque es el que más asco me da.
Cuando estáis a solas, todo bien. Es buena gente, parece que hay confianza.
Pero ponle en un grupo y, ¡tachán!, cambia completamente.
Ahora tiene que impresionar, tiene que quedar bien, tiene que ser el alma de la fiesta.
Se transforma en alguien que no conoces. Y tú te quedas pensando:
“¿Este quién cojones es? Porque no es la misma persona con la que estaba hace un rato”.
Mi solución: fuera. Adiós. No quiero gente falsa en mi vida. Si no puedes ser auténtico conmigo, no vales la pena.
Y ahora tú.
Dime la verdad: ¿cuántos de estos te rodean?
Tienes dos opciones:
Seguir tragando, callado, mientras ellos te chupan la energía como parásitos.
Mandarlos a tomar por culo, hoy mismo. Ahora. Y empezar a enfocarte en LO TUYO.
Yo ya he tomado la segunda.
¿Y sabes qué? Nunca me he sentido más libre.
PD: hoy no hay enlace que te cambie la vida. Eso en el siguiente.
P.D2: Si no te gusta cómo escribo, no te preocupes. Hay una solución. Arriba tienes el botón de desuscribirse. Lo pulsas y listo, nadie te obliga a estar aquí. Yo escribo como me da la p*ta gana, y eso no va a cambiar. ; )